Primera parte.
Una historia real.
Solo hace 1 semana estábamos hablando de humanizar la marca, y a mi mente llegó la pregunta mágica ¿Cómo es que podemos humanizar a Elena Cuidado Capilar?
Javier, nuestro apoyo en Marketing me dijo: Es muy fácil, vamos a contar la historia de Elena.
Ya han pasado casi 3 años desde el día que me fui casi destruida de Montería, la ciudad donde he vivido gran parte de mi vida para Medellín, resulta que algunas cosas en la vida no salen como uno piensa, y la persona que creía era el amor de mi vida ya había empezado a fijarse en otras mujeres, entre agresiones y confusiones emprendí el viaje junto a mi hija que por aquellos días tenía 6 años.
Medellín es una ciudad de oportunidades. Con mucho empeño y necesidades, sabía que debía encontrar un empleo lo más rápido posible, para sostener a mi hija principalmente y los altos costos de vivir en una ciudad tan grande.
La verdad todo empezaba a ir muy bien, ya tenía un empleo en un Call Center y conocía la ruta del metro como la palma de mi mano, finalmente sentía que mi vida tenía tracción; como se conoce en el mundo empresarial cuando un emprendimiento le empieza a ir bien.
Pasó un tiempo hasta que anuncian en noticias que en China se estaba propagando un virus desconocido, para ser sincera era algo de lo que no me preocupaba, ¿quién se preocupa por un virus tan lejano? ¡Hoy me río por la incredulidad de aquellos días, Resulta que las cosas se ponen un poco tensas y el virus ya está en Europa, el resto de la historia ya la vivimos, justo antes del encierro en Colombia me veo obligada a volver a Montería por la muerte de mi abuela y para mi infortunio las cosas se vuelven a salir de control y pierdo mi empleo. Ya no había nada que hacer, no podía volver a la ciudad de la eterna primavera, ahora debía iniciar de nuevo, ¡otra vez!
Había estudiado Derecho hasta decimo semestre, en febrero de 2020 en una reunión por un caso en el que le ayudaba a una amiga me encuentro con Rodolfo quien hoy es mi socio, no quisiera darles mucho detalle sobre Él, pero la realidad es que fuimos novios cuando viví en Medellín, el siempre vivió en Montería y 1 vez al mes nos veíamos y hacíamos viajes juntos, nunca antes me había sentido tan viva, con el conocí pueblitos y alrededores de Medellín, lo vi lanzarse en parapente, concentrado conociendo sobre la cultura indígena antioqueña y me hablaba de lo que la tecnología podía hacer para cambiar la vida de las personas.
Mi mente aun recordaba los momentos difíciles de mi antigua relación, Rodolfo era 13 años menor que yo y la verdad me deje llevar del qué dirán, del miedo que se consiguiera otra mas joven que yo y mil cosas más; y la realidad es que ¡Rodolfo no hacía nada más que chorrear la baba por mi jajaja!
Un día le dije que por mi edad y por mil inventos más no debíamos seguir juntos, no nos volvimos a ver hasta ese día de febrero.
Segunda parte.
El reencuentro.
Aún recuerdo con claridad cómo estaba vestida y como estaba vestido él, nos dimos un abrazo de esos que te reestructuran todas las costillas jajaja.
Rodolfo no pierde el tiempo con nada, es visionario y cruelmente honesto. De inmediato me preguntó qué estaba haciendo y como lo hacía, le dije que estaba trabajando con unas personas que fabricaban un producto para el cabello y que estaba funcionando bien, de verdad era lo más parecido a un interrogatorio y yo solo quería saber de él jajaja.
Sacó un celular de esos que tiene un lápiz e inició a hacer cuentas, me preguntó cuánto ganaba por cada producto, cuantos vendía en la semana, cuánto tiempo tenía trabajando en ello y finalmente me hizo la pregunta que cambió todo el rumbo de la historia. ¿Qué te hace falta para crecer?
Mis posibilidades por esos días eran muy limitadas, le dije que con unos $500.000 colombianos podíamos iniciar, su cara se iluminó y seguía sacando cuentas, guardó silencio por 2 o 3 minutos y me dijo: Vamos a hacer lo siguiente, yo pongo el presupuesto para los productos, pongo presupuesto para las campañas en la etapa inicial, pongo la infraestructura virtual y tu te encargas de atender, asesorar, ayudar a las clientas y obviamente vender, mas tarde me preguntó cuánto era mi aspiración de ingresos en la etapa inicial del negocio y ese sería el objetivo a conseguir.
Pasaron 2 días y Rodolfo me manda un análisis de inversión del negocio, se dío cuenta que con el producto que íbamos a iniciar no lograríamos crecer tanto, porque para ser honesta la calidad de nuestro primer producto era muy baja; por ello me puse a la tarea de encontrar un laboratorio que hiciera un producto con unas características que llenarán nuestros valores, el de vender algo que realmente funcione, que lograra llenar las expectativas de quienes lo compraran y fue así como integramos a nuestros productos la línea Vita Sané con la que ayudamos a muchísimas mujeres cada día.
Tercera parte.
El producto.
Soy muy creyente en Dios, y es la única explicación que tengo para entender las cosas como pasaron; recuerdo que justo cuando estaba ingresando el número de cuenta para hacer la compra del que sería el producto estrella, entra la llamada del laboratorio con el que habíamos adelantado conversaciones, pausé la consignación y recuerdo la frase de la que es hoy mi amiga y compañera de trabajo, “doña Katia, este producto la verdad es que me cambió la vida”, fue una sensación inexplicable, como cuando encuentras eso que tanto habías buscado, como cuando te llega una gran idea o como cuando sentimos la iluminación.
Lo primero que hice al recibir el producto fue probarlo, estaba encantada con el resultado, pero pensé que quizás yo estaba cargada emocionalmente porque seria mi emprendimiento y debía seguir validando el producto, se lo apliqué a mi hermana, mamá, vecinas, amigas y toda persona que preguntaba por lo bonito que tenía el cabello.
El 06 de junio del 2020 recibí un mensaje de Ingrid, nuestra primera clienta, quería probar el producto, a los 3 días me escribió nuevamente y me confesó que hizo la compra con muchísimo miedo, pero que estaba feliz por el resultado, estos mensajes ya son algo común, pero aun no dejo de sentir la felicidad al saber que una mujer ahora tiene un cabello más sano, ya han pasado casi 2 años desde que iniciamos y ahora es cuando más queremos seguir ayudando a muchas mujeres a tener una mejor apariencia, nuestro sueño es que todas las mujeres del mundo tengan un cabello sano y hermoso, eso nos hace sentir seguras y poderosa, esa es la razón por la que nuestra comunidad crece tanto.
Quiero que sepan que no me he quedado en simplemente vender un producto y ya, me he preparado, cada día estudio y me he especializado en la ciencia que estudia nuestro cabello para enseñarles a cuidarlo, porque se la importancia que tiene nuestro cabello y como nos llena de seguridad, mas que tener un par de zapatos nuevos, mas que tener un vestido nuevo, tener le cabello sano nos llena de confianza y amo enseñarles mi conocimiento, por eso no he delegado la función de asesoría al cliente, disfruto hacerlo y seguiré haciéndolo siempre.
Cuarta parte.
La comunidad.
Desde el día 1 que iniciamos este proyecto, más allá de ser una simple empresa, de esas que solo les interesa vender, Rodolfo y yo siempre quisimos tener una comunidad, esa en la que habláramos de tú a tú, pensamos en nombres como Max Cabello, Cabellos Plus jajajajaja y otras ideas que definitivamente no conectaban con lo que queríamos expresar.
Una tarde Rodolfo me llama super feliz diciendo que tenía el mejor nombre, sonreí con incredulidad y simplemente dice, nos vamos a llamar Elena y vamos a hacer la mejor comunidad del cuidado capilar en Colombia. Honestamente al principio el nombre no me gusto mucho, aun no entiendo, porque mi nombre debía ser el nombre de una empresa y el de una comunidad.
Rodolfo dijo al finalizar la llamada: si tienes un mejor nombre me lo dices, por ahora nos llamamos Elena Cuidado Capilar y voy a dibujar el logo.
Definitivamente amamos esta comunidad y diariamente estamos buscando la manera de mejorar el contenido, hacerlo más fácil de entender e intentando llegar a nuevas personas que necesitan reparar sus cabellos.
No me lo están preguntando, pero Rodolfo vive orgulloso de su comunidad, cada semana busca implementar algo nuevo para que las personas encuentren más y mejores testimonios, agrega videos para que las mujeres no tengan dudas de las aplicaciones y ante todo que lo hagan bien, ni hablar del instagram, este debe estar impecable los colores, la letra que sea fácil de leer entre otras 100 cosas más.
Parte cinco.
Hagámoslo como lo hacen los grandes.
Nuestra filosofía es la verdad, la honestidad y los resultados, de modo que hemos crecido a medida que la comunidad crece, nuestro Instagram inició con 2 seguidores, ¡Rodolfo y yo jajaja! de ahí en adelante nuestros amigos, amigos de amigos hasta llegar a ustedes, para el día que escribo esta historia somos más de 20.200 seguidores, 7 personas que trabajamos para que todo esté en orden, los pedidos lleguen a tiempo y todos estemos felices.
Antes les había dicho que Rodolfo todo se lo toma en serio y tiene una visión elevada e interesante, bueno, un día cualquiera una clienta me dice que quiere ver el portafolio, esa duda se la transmití a él y es entonces donde damos los primeros pininos de lo que hoy es nuestra tienda virtual.
Lo que al principio debía ser un PDF con los productos e información general de los ellos, terminó siendo una tienda virtual con todos los juguetes, diseñada para los usuarios en su totalidad y que diera la sensación que los clientes vean la misma experiencia tanto en Instagram como en la web. Hoy es un orgullo la tienda de Elena, tiene reseñas, testimonios, preguntas frecuentes, productos referidos y un equipo top en marketing digital.
Parte seis.
Juntos por siempre.
La historia entre Rodolfo y yo no trascendió en el plano sentimental, los dos nos dimos cuenta que nuestro camino debía ser diferente, pero siempre unidos, ahora más que nunca con este hermoso proyecto que amamos, nos ha cambiado la vida a nosotros y a miles de mujeres que diariamente reparan sus cabellos.
Si llegaste hasta aquí, no puedes irte sin que lo sepamos, cuéntanos qué fue lo que mas te gusto, incluso puedes dejarnos una pregunta por si las dudas jajaja
Rodolfo y yo las queremos muchísimo y de verdad que nos hace muy feliz que conozcan nuestra historia.
Con muchísimo amor, Rodolfo y Katia Elena de Elena Cuidado Capilar.
